Tililar
Tililaban las luces sobre sus casas, deseosas de aventuras escasas.
Sus sueños desaparecían al amanecer, entre grises y anaranjados, porque el día había llegado.
Tililaban las luces sobre sus casas, deseosas de aventuras escasas.
Sus sueños desaparecían al amanecer, entre grises y anaranjados, porque el día había llegado.
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